martes, 13 de noviembre de 2007

Muerte en el metro de Madrid

Según los medios de manipulación, como todas las televisiones de ámbito nacional, el fin de semana pasado hubo una reyerta en el metro de Madrid, entre un grupo de “antifascistas” y un soldado español al que tachan de “neonazi”. Indican que se cree que éste se dirigía a una manifestación convocada por el partido político Democracia Nacional en el barrio de Usera, contra la inmigración ilegal y el “racismo anti-español”. Y que murió uno de los que se enfrentaron con él.

Salvo el hecho probado de la muerte, todo en la noticia huele a pestilente trola de izquierdas. No cuentan que el soldado también acabó gravemente herido en el hospital (en cambio comentan que ha sido puesto a disposición judicial). Ni por qué aventuran que era neonazi e iba a dicha manifestación. Ni por qué aseguran que los otros eran antifascistas.

En cualquier caso, si fuese neonazi, ¿eso implicaría que él fue el que inició la agresión, o que la mereciera? Lo progres no paran de bombardear con películas y documentales fantasiosos en los que se narran ataques a comunistas (ideología con más crímenes a sus espaldas que el nazismo) por sus ideas. Con mucho lloriqueo hipócrita. Lo cierto es que ese tipo de ataques son justamente los que ellos hacen, en la realidad en lugar de en películas, contra los fascistas, ciertos o supuestos (en ese saco acaban metiendo todo lo que no sea socialista o nacionalista periférico).

Tampoco cuentan los medios qué pruebas tienen de que una sola persona que iba en el metro, agrediese por las buenas a un grupo nutrido de jóvenes. ¿A alguien le parece creíble?. Lo único que alegan es que “era neonazi”, y los otros "antifascistas". Quizás les baste lo que declara este bando implicado en la pelea, a los que algunos en el colmo de la cara dura, denominan "testigos". Advertidos quedan los ciudadanos: si a una tropa de "antifascistas" se le antojase darle a uno una paliza, que ni se moleste en denunciar, porque el total de los agresores menos uno serán también considerados "testigos".

Por cierto, hace poco vimos un video de otro incidente violento en el metro de otra ciudad. Lo repitieron hasta la saciedad, y eso que las consecuencias fueron muy menores, sin daños físicos ¿Del incidente actual no hay video también? ¿O quizás ahora no interesa mostrarlo?

Según la web de Democracia Nacional, el soldado no es militante suyo, ni creen que se dirigiese a su manifestación (que era legal, el gobierno envió policía a cubrirla), que cuentan que ya había empezado en el barrio para cuando ocurrió lo del metro. Han colgado fotos de ella en las que no muestran actitud agresiva, sino la típica marcha tranquila portando pancartas y banderas, mientras eran observados por los vecinos, algunos inmigrantes. Además, dicen condenar la violencia. Informan de que durante el transcurso, llegó un grupo de unos 300 ultraizquierdistas, expresamente para enfrentarse con ellos (contramanifestación ilegal). No llegaron a entrar en contacto, sólo consiguieron enfrentarse con la policía (la cual el comunicado de DN estima de insuficientes efectivos) imitando a la kale borroka. Los agentes, viéndose incapaces o no deseando realizar lo necesario para contener a los agresores, invitaron a los militantes de DN a disolver su manifestación. Éstos accedieron para evitar problemas mayores, después los cachearon y los dispersaron.

Algunos foreros de la web comentan que en el suceso del metro, que dicen no tuvo nada que ver, los jóvenes izquierdistas de la reyerta eran aproximadamente una veintena. Aún así salieron más escaldados que el soldado, que estaba solo. Los medios progres no han desmentido estas cifras. También dicen los foreros que la pandilla izquierdista llegó al metro con la intención de dirigirse a Usera (ellos sí) a reventar la manifestación de DN; se toparon con el militar, cuyo aspecto no les agradó e identificaron con “neonazi”, y le agredieron. Y que el soldado repelió la agresión en la medida en que pudo, en legítima defensa. Por supuesto lo acabaron reduciendo y le propinaron una paliza, que sólo fue detenida cuando llegó la policía. Esta versión contradice a la oficial, y lo cierto es que resulta más creíble.
Uno de los foreros ha colgado un link en el que se habla del izquierdista fallecido, pretendiendo desmitificar una imagen heroica y pacífica que se está dando de él en televisión. No indica cuales son las fuentes, pero aporta unas fotos y datos que sería fácil de demostrar si son ciertos o no.

http://www.megaupload.com/es/?d=62ELGCY5


Personalmente, no comparto las ideas de Democracia Nacional, un partido efectivamente nacional-socialista, como se desprende de algunos elementos nacionalistas y anti-liberales que hay en su ideario. Cabría calificarlos como neonazis, sean o no violentos. Pero no más que lo que cabría hacerlo con partidos sobradamente respetados por nuestros corruptos medios, como ERC o Na-Bai. Al nazismo en España se le deja respirar sí y sólo sí es periférico. El resultado es que este nazismo separatista es, con enorme diferencia, el más peligroso y presente en la sociedad hoy por hoy. Apoyado por la extrema izquierda (como la de estos incidentes de Madrid), algo nada raro conociendo los históricos pactos entre comunistas y nazis, por más que actualmente deseen que los olvidemos. Esa alianza les resulta útil en su combate contra liberales y democristianos, sus enemigos principales. El nazismo centralista es hoy día sólo un escaso reducto que utilizan como señuelo de distracción. Seguramente si no fuera tan escaso también se aliarían con ellos frente a la libertad.

Pero pese a no compartir las ideas de DN, en su manifestación fueron ellos los agraviados, a los que se impidió expresarse, cercenando su libertad. Por lo tanto lo justo es defenderlos a ese respecto. Si llega un día en el que se invierten las tornas (algo improbable en el futuro inmediato), habrá que defender a los otros.

Y en el tema de la reyerta del metro, si sucedió como cuentan en el foro de DN, también habría que defender al soldado y la justicia debería absolverlo e indemnizarlo por sus lesiones. Además de condenar al resto de ultraizquierdistas que le agredieron. Si sucedió como apresuradamente han contado las televisiones, en su carrera por el progresismo, se trataría de un hecho aislado y el soldado debería ser condenado.
En las revueltas, una de las cosas que gritaban los ultraizquierdistas era “televisión, manipulación”, mientras expulsaban a periodistas del lugar. Ahí llevan razón, pero por todo lo contrario a lo que insinúan.

Esperemos que la policía y la justicia investigue correctamente. Que no estén ellos también en una carrera por demostrar progresía. Que aparezcan esas cámaras tan incómodas, en ocasiones.

lunes, 5 de noviembre de 2007

7000 años de fantasía

En la última ocasión en que Juan José Ibarretxe y José Luis Rodríguez Zapatero se reunieron en la Moncloa para discutir cómo se reparten el botín de España, el lehendakari repitió una de sus mentiras favoritas: “el pueblo vasco tiene 7000 años”.

Según este racista vasco, que de vez en cuando no puede disimular la raiz aranista de su partido, su “pueblo” ya existía allá por el 5000 a.C, cuando aún se estaba asentando el neolítico en Mesopotamia, lugar en el que surge la primera civilización, palabra que tiene sentido utilizar no antes del 3.700 a.C, con el asentamiento definitivo de urbes y surgimiento de los primeros indicios de escritura.
¿Cómo osarán los historiadores del mundo entero dar tanto protagonismo a Mesopotamia, cuando los nacionalistas vascos aseguran que ya tenían su propia nacioncita más de mil años antes de las ciudades y escritura mesopotámicas?
¿O querrá decir, sólamente, que hace 7000 años ya existían sus antepasados? ¿Y entonces, el resto de la humanidad llegó después, en un desembarco alienígena?
Tampoco hay que reirse, porque un pueblo prehistórico en estado tribal, que hace 7000 años se aisla y decide crear a partir de ahí una cultura exclusiva durante los siete milenios siguientes, tiene su mérito.

Dan lástima esta mezcolanza de ignorantes y alucinados. Y preocupación cuando son presidentes de comunidades autónomas.

La realidad es que:

1) No hay pruebas de que los vascones, ni los várdulos, ni los caristios, ni el resto de tribus ibéricas, estuviesen en la península antes del 3000 a.C, aproximadamente. Ni de si su procedencia era autóctona, indoeuropea u otra.

2) Sí hay pruebas que indican que el idioma de los vascones y el íbero provenían de la misma raiz lingüística.

3) También de que muchos elementos importantes del vascuence (todos según defienden algunos expertos) proceden de la inmigración desde Aquitania, una vez caído el imperio romano.
No se han encontrado inscripciones eusquéricas en suelo español anteriores a los siglos V o VI. En cambio sí se han encontrado muchas en Aquitania.

Por lo tanto, lo más probable es que el idioma vascón se fuese mezclando, por un lado con el latín (que acabaría dando lugar al romance castellano antiguo, en conjunción con otras regiones) y por otro con el aquitano (que acabaría dando lugar al vascuence antiguo). Siendo el romance el mayoritario desde el principio, pues el grado de integración de los vascones con los romanos fue muy alto.

La pretensión nacionalista de equiparar el vascuence con el vascón, y desligar a éste del íbero, no es más que una falsedad, o como mínimo algo improbable.

4) También hay pruebas de que buena parte de la actual región vasca fue dominada por los celtas.
De que toda España, incluidas Navarra y Vascongadas, fue dominada por los romanos.
De que tras la caída romana hubo una gran inmigración aquitana y visigótica.
Y de que los pueblos asentados en los territorios vascos no se resistieron a la invasión islámica.

La mezcolanza étnica está servida, pues. Eso sin mencionar el normal trasiego posterior, ya con el nombre de España, entre vascos, navarros, cántabros, castellanos, aragoneses, etc.
La pretensión nacionalista de igualar la sangre vasca a la vascona, cuando ésta debe de representar un porcentaje claramente minoritario de aquella, es otra patética falsedad.

5) El nacionalismo vasco y sus mitos inventados no surgieron hasta los desastres de las colonias españolas en América y el Pacífico, a finales del siglo XIX, en forma de oportunismo político y racismo. Hasta la llegada de estos orates timadores, los vascos se sabían españoles, como en buena medida sigue siendo. Y es que la mentira nacionalista, pese a lo sugerente de su propuesta narcisista/victimista, encuentra una dura resistencia en la realidad. En que desde los tiempos de la Reconquista (hace más de cinco siglos) siempre han estado unidos a otras regiones españolas voluntariamente, y jamás se les ha obligado. Ahora los terroristas (ETA también procede de la ideología aranista, añadiendo socialismo revolucionario, básicamente; una suerte de nazismo) los quieren obligar a lo contrario. Y lamentablemente van consiguiéndolo poco a poco.