viernes, 5 de septiembre de 2008

El caballero oscuro


La segunda adaptación para el cine de las historias de Batman que ha realizado Christopher Nolan, es la mejor obra que conozco sobre la lucha entre el bien y el mal. También es la mejor película estrenada en tres años. Es decir, es una obra maestra.

Perfecto retrato del mal, con la pureza de un magistralmente interpretado Joker. También la impureza del mafioso Maroni, e incluso el papel vital de los esbirros, enfermos mentales y sanos.

También absolutamente perfecto el del bien. Batman y Fox, el brazo, con el conspicuo carisma de Christian Bale y la serenidad venerable de Freeman. El mayordomo, la ideología, con un Michael Caine siempre solvente (aunque aquí algo despistado en cuanto al tono político que suele buscar en sus trabajos). El fiscal, primero la pureza del bien, pero luego susceptible de pervertirse por el azar y la debilidad humana.

Como digo, jamás vi tan bien reflejada la eterna lucha. Por ejemplo, la sensación de que si bien nunca una fuerza logrará acabar por completo con la otra, debe hacer su trabajo para tampoco ser ella la vencida.

Las metáforas respecto al terrorismo actual, y la difícil y desagradecida lucha de los liberales contra él, han escocido a muchos progres, algunos tremendamente indignados. Ni que decir tiene que precisamente eso, dañar a la borreguez dominante del momento, es uno de los valores artísticos más elevados.

Cierto público ávido de ver una mera película de acción, sin el enorme calado político/filosófico de ésta, también ha quedado ligeramente decepcionado. Pero a la mayoría le ha encantado, por unos u otros motivos.

La anterior versión del frik Burton palidece gravemente frente a esta. Pobres esnobs (recordemos además que en lo que respecta al cine la mayoría son de izquierdas), tan ilusionaditos andaban con Nolan después de Memento, y ahora van a tener que buscarse a otro. Siempre les quedará Loach, ¡lástima que sea tan poco sofisticado!


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