viernes, 17 de octubre de 2008

La crisis económica


Multitud de iluminados socialistas claman: ¡ha muerto el liberalismo! ¡El apocalipsis del capitalismo salvaje!, etc...

El sistema económico que nos ha dado abundantemente de comer durante décadas y décadas, ha de ser cortado de raiz (según estos flipados) porque actualmente se encuentra en una fase mala. Sin lugar a dudas lo suyo es "progresar" hacia el comunismo, hacia las hambrunas (estas sí, salvajes) de los soviéticos y compañía.

En lugar de hacer caso a estos fanáticos, pensemos un poco. Para empezar, es probable que la crisis no dure eternamente; con este argumento ya bastaría para no embarcarnos hacia la crisis eterna socialista.
Y además, ¿lo que ha ocurrido ha sido por culpa del liberalismo? Veámoslo:

La crisis comenzó con unas subidas acentuadas y mantenidas del precio del petroleo.
Los principales países productores, gobernados por tiranías en su mayor parte (islámicos, Venezuela...), se permitieron tal abuso gracias a que habían perdido el respeto a USA, única potencia a la que temían. USA se había enfrascado en el derrocamiento del dictador Saddam Husein, y la posterior estabilización de Irak. Tarea saboteada por muchos líderes de las democracias (con Zapatero ocupando un lugar destacado), que apoyaban y siguen apoyando a todas las fuerzas hostiles al derrocamiento, incluyendo, de forma tácita, a los terroristas. Ese sabotaje dificultó y dificulta mucho la labor de USA y sus aliados en la necesaria estabilización de Irak, atándolos de pies y manos de manera que a partir de entonces no se pueden permitir el ataque a ninguna otra tiranía, cometa la canallada que cometa, mientras que no se resuelva definitivamente el conflicto iraquí.

Esa atadura fue detectada hábilmente por los sátrapas, y una de las consecuencias fue la ascensión descarada y abusiva del precio del petróleo que vendían, sin que nadie fuese capaz de oponerse.
Por tanto, el primer gran síntoma de la crisis económica se debió principalmente a Zapatero y sus pares. A terroristas y proterroristas en general. No a USA (exceptuando al Partido Demócrata y sus terminales), y mucho menos al liberalismo.

Después, la subida del crudo arrastró a los precios de otras materias, y la inflación conjunta provocó la ruina de muchas personas. Estas personas dejaron forzosamente de pagar sus hipotecas.
Además, dichas hipotecas en USA (y en menor medida también en Europa) estaban sobredimensionadas, con hasta diez veces el valor de la vivienda, o sin vivienda de por medio.
Para colmo, en USA en este asunto concreto son muy progres, de forma que quien no puede continuar pagando su hipoteca por falta de fondos, simplemente devuelve la casa, sin quedar como deudor para el futuro.
En definitiva, las entidades financieras perdieron cantidades ingentes de dinero que previamente habían prestado. Y ahora el estado a acudido a rellenar los agujeros, con dinero recaudado a los contribuyentes.

¿Era este sistema liberal?
No, sin lugar a dudas. Era en estos aspectos (los causantes del problema) socialista.
En un sistema liberal auténtico no se nacionalizaría (o socializaría, más exáctamente) ninguna empresa privada en quiebra, bancos incluídos, y esto deberían de tenerlo claro las empresas previamente. El conocimiento de la irrevocabilidad de este hecho, les llevaría a ser más prudentes, a no conceder hipotecas tan desorbitadas que la caída de cualquier ficha del dominó derribase toda la estructura. Les llevaría a asegurarse de que los préstamos serían devueltos, con una probabilidad alta. Así, sólo se hundirían los bancos que hiciesen mal su trabajo, pero no el resto. Y asimismo, la gente tendería a ingresar sus ahorros en bancos que realizaran sus operaciones de forma sensata y fiable.

¿Qué ocurre cuando sabes que si te arriesgas te forrarás más, mientras todo vaya bien, y si algo va mal serás "rescatado"? Que te arriesgas, obviamente.
Pero ese "rescate" socialista es un robo a los ciudadanos en toda regla, que a la larga sólo puede traer consecuencias negativas. Pero los políticos de la decadente civilización occidental no piensan a la larga, sino sólo en las siguientes elecciones. De ahí que incluso los supuestamente liberales hayan tomado las mismas medidas del pan para hoy y el hambre para mañana.

Por otro lado, en un sistema liberal auténtico, el beneficiario de una hipoteca ha de quedar deudor de ella de por vida o hasta que la salde al completo. El mercado libre ha de ser justo, en él se deben cumplir los contratos. Si no, los incumplidores resultan privilegiados, y deja de ser libre.
Si la ley fuese liberal desde un principio, los solicitantes de prestamos serían más prudentes, sabedores de que en todo caso tendrán que devolver lo que se les preste.

En resumen, en un sistema realmente liberal, en el que todas las partes comerciantes supieran que se tienen que cumplir los acuerdos y que el estado nunca metería sus manazas por ellos, no se hubiera producido la quiebra del sistema financiero que se ha producido en el nuestro.

Se concluye que, por más que el diario/panfleto "Público", y otros payasos ávidos de miseria y totalitarismo berreen, la culpa de la crisis no ha sido del liberalismo, sino del socialismo. Otra vez, ¡qué casualidad!


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