lunes, 6 de febrero de 2012

Mitos y trolas del fútbol


La posesión del Barça

El Barça actual (bueno, desde el año en que se fichó a Ronaldinho) es un equipo excelente, y cuando tiene a todos los titulares, a fecha de hoy sigue siendo mejor que el Madrid. Aún así, su desmedida y cacareada superioridad en la posesión del balón procede en buena medida de la siguiente circunstancia:

¿Qué sucede cuando los arbitros, influenciados por una propaganda salvaje y por tácticas premeditamente teatrales, permiten que los jugadores de un equipo presionen con toda la agresividad que les venga en gana, mientras que a ellos no se les puede ni rozar? Muy sencillo, el balón siempre lo tienen los beneficiados. Ni siquiera sería necesaria una superior calidad técnica.

Ese es el principal motivo de que Messi baje tantos enteros con Argentina, aunque también influya la menor calidad de sus compañeros. Con Argentina sus rivales SÍ lo pueden tocar.

Los dos factores son clave: que a los del Barça no se les pueda rozar y también que los del Barça puedan patear casi a placer. Busquets, por ejemplo, reparte estopa que da gusto, y curiosamente siempre anda revolcándose por el suelo quejándose. Los medios no se hacen eco de su agresividad defensiva, todo lo contrario.


Jugar bien vs. jugar para ganar

La distinción entre estas dos formas de jugar no es más que una estupidez, por la sencilla razón de que no hay forma de ponerse de acuerdo en cómo definir qué es jugar "bien". La más objetiva sería sin duda esta: jugar bien es aquella forma de jugar que, dentro del reglamento, permite ganar. Es decir, el concepto jugar bien no sólo no se opone a jugar para ganar, sino que se parece bastante.

Pero por muy estúpida que sea, esta supuesta distinción está muy de moda. Algunos lo elevan a dogma religioso, como el extremadamente demagogo "Lobo" Carrasco.


Raul ha sido un gran jugador

Hay muchas versiones de este mito: "mereció algún balón de oro", "el mejor jugador español de su época", o incluso "de todos los tiempos"...

Lo cierto es que siempre fue un jugador mediocre (del nivel de titular de equipo de mitad de la tabla para abajo), aunque destacó algo aprovechando el trabajo de compañeros suyos mucho más talentosos, adoptando el papel comunmente conocido como "palomero", junto con el de "chupón".

No sólo nunca mereció el balón de oro ni de lejos, sino que nunca fue el mejor jugador, ni siquiera el mejor delantero, ni siquiera el mejor español, ni siquiera uno de los cinco mejores. En el Madrid siempre fue titular por la jeta, habiendo perjudicados de mayor valía como Owen, Morientes, Soldado, Huntelaar, Higuaín, Van Nistelrooy, Negredo, etc. Todos ellos mejores que Raúl, y que en algún momento (o perpetuamente) fueron suplentes por culpa del enchufado. Y si hablamos de la selección hay muchos más casos, ahora recuerdo el ejemplo de Tamudo. Sólo Portillo fue suplente con justicia, respecto a Raúl.

La propaganda raulista procede de una estupidización progresiva del madridismo, palmaria desde los 80 para acá, sufriendo la necesidad de sobrevalorar a muchos de sus jugadores, especialmente los españoles, y siempre con algún caso extremo que ocupa la cúspide. Butragueño, Raúl, y en cuanto se vaya Mou fabricarán un tercero que heredará el puesto.

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No son los únicos, pero estos tres mitos son de los más llamativos, por su relevancia y falsedad radical. En el fútbol hay aspectos religiosos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pepe selección.

Merengue dijo...

Los blancos dicen que un sistema corrupto es lo normal, unas veces a favor de unos y otras de otros. Los azulgrana jamás reconocieron sus robos.

Unos tontos y otros listos. Ambos canallas.