miércoles, 5 de septiembre de 2007

Novedades y perpetuidades

Todo el mundo tiene derecho a oportunidades de expiación, y eso incluye al Sevilla Fútbol Club. Aunque a los fanáticos puedan sorprender los cambios de opinión, cuando hay motivos para perdonar, es de justos hacerlo. También al contrario, claro.

Pese a las abundantes macarradas de Del Nido y los suyos en el pasado, dos hechos han motivado que el Sevilla F.C. merezca volver a ser un club respetado:

1) La representación de la bandera española en sus nuevas equipaciones.
En nuestros días se viene produciendo un ataque furibundo y persistente a la unidad de la nación y a la democracia, es decir, a nuestra Constitución. Nada menos que a manos del gobierno de Zapo, y sus socios separatistas, comunistas y terroristas.
De modo que las muestras de patriotismo son extremadamente necesarias en nuestros días, vengan de donde vengan, pues de ellas puede surgir la chispa que despierte a los ciudadanos de su hibernación suicida.
Creo que el Sevilla es el único club de primera que ha puesto la bandera en el atuendo de sus jugadores, al menos de forma tan llamativa. Ni siquiera el Madrid, pese a todo lo que dicen algunos canallas respecto al mejor club de la historia en el mundo.
Bienvenida sea esta iniciativa, TODOS deberían copiarla.

2) La desgracia que le ha ocurrido a Antonio Puerta. Suponiendo que los médicos del club no tuvieran opción de detectar su enfermedad, el dolor de los sevillistas (y de la familia, en cualquier caso) bien merece una muestra de solidaridad.


De modo que el equipo más odioso vuelve a ser el F.C. Barcelona. El equipo que tiene algún que otro pro-terrorista entre sus filas. Y muy poco patriotismo (salvo que se le llame así al narcisimo regional y su nacioncita inventada). A los maricomplejines y CFCs (de la canallería sociata ni lo dudo) que me acusen de mezclar fútbol y política, les recomendaría que pensaran en si no están mezclados ya, tratándose sólo de no querer cerrar los ojos. Y que lean esto, por ejemplo: http://deportes.msn.es/noticia.aspx?id=20070905143343


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Luis Aragonés, el gagá de Hortaleza, no contento con el ridículo del mundial, donde no dió una a derechas, continúa empeñado en desaprovechar el potencial de los jugadores españoles. Mientras los madridistas más borregos y CFCs se quejan por la ausencia de Raúl (no aprenden), el mayor pecado permanece acallado: Guti, muy posiblemente el mejor nacional del momento (y desde hace meses), sigue sin ser convocado. Definitivamente Aragonés está chocho.

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