domingo, 25 de febrero de 2007

Directores frikis

Tim Burton, Quentin Tarantino, Hayao Miyazaki, David Lynch, Woody Allen... Cineastas con talento, pero que debido a su frikismo militante nunca firmarán una obra maestra. Pese a que sus numerosos fans digan que ya tienen 44. Bueno, Allen estuvo a punto de lograrlo con "Match point", precisamente por saberse distanciar de su esclavizante universo personal.
Es un lastre demasiado pesado para el arte, supongo que no lo aceptan por lo alta que les mantiene la nómina. Son los cineastas de pose, los que venden posters. Como los grupos musicales que venden camisetas.
Kubrick o Buñuel también fueron frikis (no en vano atraen al mismo tipo de gente), pero supieron "dejar la droga" de vez en cuando.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya! entiendes de cine también?

-Déjame confundirme en un papel, escribiendo cuatro frases que nos hagan comprender...
Se nos da bien escribir...Y eso es bueno.
Siempre un comienzo.

Eres buen observador, crítico humilde, con una perspicaz visión de honorables que tu decoras con evidencia mundana. Que en el fondo es la mejor carta de presentación, nada de excentricidades de Directorísimos frikis, como tener un hotel empapelado con paisajes frutales para que no falta la inspiración. Esto es lo que rodea y con-decora los directores amateur de alta alcurnia. Esa sofisticada posición de Chanel, brillantes y Moët Chandon, bañados de aceites del mismísimo culo del mundo, pero que ellos los cotizan al precio del mambo soviético si es preciso. Una paz que les reina en sus vidas. Esas lágrimas de oro subastadas hasta en el Ebay y con un poco de suerte puedes adquirir por algo más de un millón de euros. Toda esta esfera con un campo magnético efervescente que ¿quién no querría vivir?
Y ahora que lo pienso. A nosotros nos vendría de miedo ¿eh?
Un beso.
Sonrisa.

Anónimo dijo...

Personalmente completaría esa lista con Jean-Pierre Jeunet. Uno de esos directores ensalzados (desmerecidamente) por snobs afrancesados (europeizados?) como consecuencia de una irracional actitud anti-americanista. Y para evitar ser confundido con alguno de esos esclavos de una dudosa moralidad me callo lo del ciclo de Jacques Tati en Localia los viernes por la noche.

Mastieno dijo...

Hola sonrisa, muchas gracias. En verdad el esnobismo a menudo esconde un desmedido fetichismo y pasión enfermiza por el lujo y las élites. Por eso es doblemente patético que haya tantos esnobs de izquierdas.

A nadie le amarga un dulce, y la riqueza o el prestigio siempre son deseados, pero cabe poseerlos o buscarlos desde la sensatez y la humildad.

Mastieno dijo...

Hola Cormac, bienhallado. Claro que sí, Jeunet y Tati podrían entrar muy adecuadamente en la lista. Aunque el prestigio de Jeunet no es menos merecido que el de los demás (excesivo en todos los casos nombrados), y lo que conozco de su obra no muestra anti-americanismo. Supongo que te referirás a la mayoría de seguidores obsesos por el cine francés en particular, por contraposición al useño.

No te calles nada, hombre. ¿A qué esclavos te refieres exáctamente y qué tiene de particular el ciclo de esa cadena del Prisoe?

Anónimo dijo...

Existe una clara tendencia entre el público anti-americanista a ensalzar el cine francés (y todo cuanto proceda de ese pais) en detrimento del norteamericano, quizás porque Francia se ha erigido como la más importante potencia mundial disonante con la política de EEUU, y en consecuencia este público adopta su bandera como faro cultural de nuestros días (craso error, confundir la política con el arte). Es por ello que un director como Jean-Pierre Jeunet se ha granjeado un enorme prestigio a base de películas bien cuidadas a nivel estético, con un aspecto cromático bastante llamativo que, junto a la creación de personajes de hábitos extravagantes, ha constituido una de sus señas de identidad más recurridas en sus filmes (a veces un tanto estériles de contenidos a mi parecer). Un director en definitiva muy del gusto de snobs de pacotilla que piensan que porque vean películas de un director de nombre gabacho con no demasiado gancho comercial están viendo verdadero buen cine (menudo batacazo con Alien Resurrección, eh? Su primera gran oportunidad para darse a conocer en todo tipo de salas comerciales y de suerte no quedó a la altura de su camarada Luc Besson).

En cuanto a Tati, cierto es que también se deja guiar por un compendio muy distinguible de recursos estilísticos como tantos otros, aunque Monsieur Hulot bien merece un trato aparte en toda esta historia. Simplemente dejaba caer el dato para quienes deseen verlo (ya han pasado un mínimo de dos películas, "Mi tío" entre ellas, y este viernes emitirán "Playtime").

Mastieno dijo...

Es curioso que, a pesar de que Francia sea de los países más beneficiados por el odio a Usa, el galo no se encuentre entre los que proporcionan más "artistas" odiantes. La mayoría provienen de los propios Estados Unidos, de Inglaterra, y ya con menor fama, de países con dictaduras, regímenes religiosos, o democracias endebles, como los latinos (excluyendo a Francia, cuya democracia es liberal y no endeble) y los islámicos.

Seguramente Jean-Pierre Jeunet es uno de los beneficiados, pero en su caso yo creo que es el carácter de su propia propuesta friki (el mejor ejemplo: su indiscutida "Delicatessen") la que le proporciona más fans.
En realidad, un tanto escueta de contenidos y sobrecargada de esteticismo o pedantería es la obra de todos es estos autores, no sólo de Jeunet.
Nada de trato especial para Tati. Tan entrañable puede resultar el señor Hulot como Amelie, pero el frikismo que trata de confundirse con pura originalidad hace de las suyas en ambos casos. Para mí "Amelie" o "Mi tío" son dos películas de un nivel similar, muy alto, pero que finalmente pierden la máxima categoría por culpa de esa militancia esclavizante. O "Reservoir dogs", "Manhattan", "Mulholland drive", "La princesa Mononoke", etc.

"Alien resurrección" es lo peor de la saga Alien, y lo peor de Jeunet.

Mastieno dijo...

Y hablando de Alien, qué mejor caso de verdadera obra maestra y originalidad que el de "Alien, el octavo pasajero", dirigida por alguien tan poco extravagante y tan desdeñado por los esnobs como Ridley Scott.